NGOZI ADICHIE, CHIMAMANDA, 2006, Medio sol amarillo


Leer Medio sol Amarillo importa.
Ningún libro que nos haga plantearnos las cosas sobra.
La denuncia es siempre necesaria.

«Estaba convencida de que “la biafra” era una enfermedad que pegaba la piel a los huesos a la vez que hinchaba las panzas. No tenía cómo saber que Biafra nombraba una nación de corta vida, un sueño republicano vuelto pesadilla.» Lina Meruane
En su segunda novela, Medio sol amarillo (cuyo título evoca a la bandera de la República de Biafra), Chimamanda Ngozi Adichie (Enegu, 1977) rehúye una vez más de la historia única, centrándose esta vez en la guerra entre Nigeria y Biafra (1967-1970); una guerra que se tachó, como tantas otras, de catástrofe racial. Ya lo dijo en su famoso Tedtalk y es que no hay nada peor que las versiones únicas y simplistas. Las historias importan, sobre todo aquellas de quienes acostumbran a carecer de relato propio.
“Stories matter. Many stories matter. Stories have been used to dispossess and to malign, but stories can also be used to empower, and to humanise. Stories can break the dignity of a people, but stories can also repair that broken dignity.”
Chimamanda nació a la sombra de una Biafra desaparecida; sus abuelas sobrevivieron, sus abuelos no tuvieron tanta suerte. Por ello, decide ponerle rostro y voz a la guerra que aún resuena en su país, Nigeria; intentando una vez más luchar contra la “versión única”, simplificada y tergiversada que tanto ha marcado al continente africano. Murieron más de un millón de personas. Para muchos, una guerra suicida; para otros, una lucha de resistencia.
En 1960 Nigeria alcanzó la independencia de la potencia británica y en la carrera por hacerse con el control del joven estado comenzaron a brotar tensiones entre los diferentes grupos étnicos, alimentadas ya durante la propia colonización.
“La idea de que los recientes asesinatos son producto del “odio ancestral” es engañosa. […]Si lo ocurrido es producto del odio, entonces este es muy reciente. Su causa no es más que la infortunada política del «Divide y vencerás» puesta en práctica durante la colonización británica. Una política que manipuló las diferencias entre tribus y aseguró la imposibilidad de la unidad para proporcionar un fácil dominio sobre un territorio tan vasto.”
Los igbo querían independizarse de Nigeria y formar su propio país, Biafra. Ese medio sol amarillo auguraba un nuevo comienzo para los biafreños ansiosos por un futuro glorioso; sin embargo ese sol nunca llegó a brillar y acabó convirtiéndose en una auténtica pesadilla.
La escritora relata el nacimiento de esta nación desde una perspectiva plural, lo cual dota a la novela de gran riqueza. Aparecen las voces de dos hermanas igbo de clase alta: Olanna y su melliza, Kainene; opuestas de carácter. Un periodista británico, Richard Churchill, apasionado por el arte igbo. Ugwu, un empleado de ideas revolucionarias. Profesores universitarios y poetas, que se reúnen para debatir de política y criticar al poder; y otros muchos personas que se cuelan en esta trama de amores y pasiones entremezclada con una historia de resistencia política. Retrata rencores, celos y superstición. Crítica social y corrupción.
Dentro de esta novela se asoma otra a la que Richard Churchill, el periodista británico y proyecto de escritor, le da nombre: El mundo guardó silencio cuando morimos. Sin embargo, finalmente decide que esa no es una historia que deba contar él sino que pertenece a los biafreños criados en una Nigeria opresiva y con ansias de una Biafra libre. El título queda libre y uno de los personajes decide hacerlo suyo.
Escrita gracias a los recuerdos de sus abuelas, padres y tíos que vivieron la guerra y, por supuesto, gracias a otros autores como Chukwuemeka Ike, Flora Nwapa o Chinua Achebe, Chimamanda plasma las ganas de vivir o sobrevivir de los personas, el hambre, la desesperación y el amor en un escenario que poco a poco se va llenando de violencia y destrucción. Además, cuestiona el colonialismo, el odio étnico, la responsabilidad moral de las grandes potencias mundiales y la descolonización: “La verdadera tragedia del postcolonialismo no es el hecho de que la mayoría de la gente no tuviera voz para expresar si deseaba o no un mundo nuevo; lo peor es que nadie les ha proporcionado los medios necesarios para encajar en él.”
En su último capítulo, termina con esta frase “quienes experimentaban un dolor verdadero tenían la suerte de haber amado” que retrata la tristeza de todos aquellos que perdieron a alguien en esta terrible guerra. Medio sol amarillo es una novela indispensable pues trata temas que merecen ser reconocidos y que nos explican el por qué de dónde y cómo estamos. Esta mujer me tiene enamorada, siempre demuestra  ese arte de coser las palabras de una manera hermosa y combinar la política con el amor de una manera tan inteligente.
100% recomendada.


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