BÂ, Mariama (1979), Une si longue lettre.

Mariama Bâ plasma en su primera obra Une si longue lettre (traducido al español como Mi carta más larga) la condición de la mujer en la sociedad senegalesa de los años 80. Maestra de oficio, Mariama Bâ se estrena como escritora a sus 51 años. Nació en Dakar en 1929 y creció en el seno de una familia rica. Su madre murió cuando ella aún era muy joven y sus abuelos fueron los encargados de su educación. Vivió en un ambiente de tradición musulmana y, desde muy pequeña, vio cómo por su simple condición de mujer se le cerraban ciertas puertas como la de la educación. Sus abuelos, en particular su abuela, no creían que las mujeres tuviesen que recibir una educación. Sin embargo, Mariama Bâ luchó por ello con el apoyo de su padre, entonces ministro de sanidad, y de su directora del colegio. Así fue como acabó siendo maestra.

En esta novela perteneciente al género epistolar, la escritora senegalesa realiza un retrato de la mujer y una reflexión crítica de la sociedad en la que se encuentra. 

Antes de escribir este primer libro, Mariama Bâ se mostraba comprometida en la lucha por los derechos de la mujer, contra la poligamia, las castas y reivindicaba la igualdad de los derechos entre hombres y mujeres, además de una educación para todos. También, era miembro de la federación de asociaciones femeninas de Senegal. Madre de nueve hijos, divorciada y casada de nuevo, fue una pionera en la lucha por los derechos de la mujer. Participó en diversas organizaciones de mujeres, además de escribir en periódicos locales. A día de hoy, es todo un referente no solo en la literatura africana sino en su lucha por la igualdad entre hombres y mujeres en una sociedad tradicional. En la isla de Gorée un instituto lleva su nombre en honor a su legado. Antes de la publicación de su segunda y última novela Un chant écarlate (Canto escarlata, en español) donde narra el fracaso de un matrimonio mixto entre una francesa y un senegalés, Mariama Bâ muere de cáncer en 1981, poniendo fin a su corta carrera literaria.



Toda esta lucha se ve reflejada en su novela. Mariama Bâ fue de las primeras escritoras senegalesas en ofrecer una descripción tan detallada de la condición de la mujer africana como lo hace en esta primera novela. Para algunos, se trata sin duda de un referente en la literatura feminista.

Une si longue lettre es la carta que Ramatoulaye le escribe a su mejor amiga Aïssatou. Escrita de mujer a mujer, Mariama Bâ nos hace partícipes de una historia íntima narrada con mucho detalle, fuerza y crítica. Ramatoulaye ante el dolor de su reciente viudez revive con esta carta todas las memorias de su vida de casada, enumerando los problemas de una sociedad patriarcal y de mayoría musulmana. Pese a su breve extensión, no más de doscientas páginas, Mariama Bâ toca numerosos temas que no duda en criticar y cuestionar. 

Entre ellos, habla de la educación y de su difícil acceso: "Elle laise à la rue un nombre impressionnant d'enfants, faute de place."

También le dedica un texto a los profesores que quiero compartir con vosotros porque me ha parecido precioso y creo que también es una profesión que, por lo menos en España, carece de reconocimiento:

"Déformer une âme est aussi sacrilège qu'assassinat. Les enseignants ceux du cours maternel autant que ceux des universités forment une armée noble aux exploits quotidiens, jamais chantés, jamais décorés. Armée toujours en marche, toujours vigilante. Armée sans tambour, sans uniforme rutilant. Cette armée-là, déjouant pièges et embûches, plante partout le drapeau du savoir et de la vertu."


"Deformar un alma es tanto sacrilegio como asesinato. Los profesores —tanto los de escuela infantil como los de la universidad— forman un ejército noble de las proezas cotidianas, nunca cantadas, nunca condecoradas. Un ejército siempre en marcha, siempre vigilante; un ejército sin tambores, sin uniformes rutilantes, que sortea trampas y emboscadas y planta por todas partes la bandera del saber y de la virtud." (traducción mía)

Expone la condición femenina en Senegal, un país de mayoría musulmana en el que poco a poco se iban introduciendo modernidades como vemos a lo largo de la novela a través de las hijas de Ramatoulaye: el uso de pantalón en la mujer, etc. 

También visibiliza el trabajo del ama de casa y dice así:

"Allez leur expliquer que rien ne va si vous ne descendez pas dans l'arène, que vous avez tout à vérifier, souvent tout à reprendre: ménage, cuisine, repassage. Vous avez les enfants à débarbouiller, le mari à soigner. La femme qui travaille a des charges doubles aussi écrasantes les unes que les autres, qu'elle essaie de concilier. Comment les concilier? Là réside tout un savoir-faire qui différencie les foyers."


Aquí se pone de manifiesto los malabares que tienen que hacer las mujeres día tras día; un trabajo que no está remunerado y mucho menos reconocido.

Otro de los temas que trata la escritora senegalesa, y al que le da un peso enorme en la novela,  es la poligamia, a la cual ambas protagonistas: Aïssatou y Ramatoulaye han tenido que hacer frente. Ocurrió en diferentes momentos de sus vidas. El marido de Aïssatou, Mawdo, se adelanta al de Ramatoulaye, Modou. Aïssatou decide dejar a su marido e irse al extranjero; sin embargo, Ramatoulaye después de pensarlo y aún teniendo el ejemplo de su amiga, decide quedarse y aceptar a la segunda mujer de su marido. Rota por dentro, nada vuelve a ser igual. El marido acaba abandonándola y se centra exclusivamente en su nuevo matrimonio, con una niña adolescente, amiga de una de sus hijas.

Así es como el hermano de su marido le anunciaba que su marido se acababa de casar con su segunda mujer:

"Modou te remercie. Il dit que la fatalité décide des êtres et des choses: Dieu lui a destiné une deuxième femme, il n'y peut rien. Il te félicite pour votre quart de siècle de mariage où tu lui a donné tous les bonheurs qu'une femme doit à son mari. Sa famille, en particulier moi, son frère aîné, te remercions. Tu nous a vénérés. Tu sais que nous sommes le sang de Modou." 

"Modou te da las gracias. Dice que el destino decide por los seres y las cosas: Dios le ha destinado una segunda mujer, no puede hacer nada. Te felicita por vuestro cuarto de siglo de matrimonio donde le has dado toda la felicidad que una mujer le debe a su marido. Su familia, yo en particular, su hermano mayor, te damos las gracias. Nos has venerado. Sabes que somos la sangre de Modou." (traducción mía)

Para Ramatoulaye, la escritura se convierte en un arma de desahogo de sus emociones. Cada persona tiene su propia manera de canalizar sus emociones y es en esta carta donde Ramatoulaye vuelca toda su reflexión, sus opciones, sus decisiones. A través de esta carta no busca un consejo de su amiga sino que lo utiliza como ejercicio de introspección. Lucha entre la resignación y las ganas de cambiar de rumbo. Como lectores nos colamos y escuchamos las confesiones de amiga a amiga y accedemos a un retrato de sociedad senegalesa que pone el foco en la mujer. Es esta clase de libros, tan íntimos y llenos de sentimientos, los que provocan mayor efecto en el lector. 

Siempre he sido de aquellas personas que leen un libro con un rotulador en la mano para ir subrayando y anotando cosas en el libro, señalar frases que me gustan o me interesan para después poder volver a ellas. Si algo me ha gustado en este libro que he tenido la suerte de poder leer en versión original es el estilo poético que tiene Mariama Bâ al narrar los hechos. Me ha cautivado su escritura y su juego con el lenguaje que me ha tenido subrayando toda la lectura.

Con una carrera literaria tan corta y con la producción de dos únicos libros, la escritora senegalesa ha conseguido imponerse como una voz imprescindible de la literatura africana. Para mí, Une si longue lettre es un canto a la vida, un disfrute de lectura. Gracias a Chema Caballero por la recomendación.

"Pour tout dire, la réussite de chaque homme est assise sur un support féminin." - Mariama Bâ

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